Salí de la tierra en que crecí
En busca de madures y esperanza,
Ciego al destino de mis pasos, sordo a los llantos y ojos húmedos.
Con la fé de cruzar las metas
Me en frente mudo a las miradas
Y soporte los golpes que llovieron.
Camine sin pasos en el tiempo,
Cosí la boca de voz libre
Y saque la servidumbre del pecho
Para no morir al instante
Para no caerme al andar.
Recogí fuerzas de la oración
Calor y amor del pasado
Para no ser prisionero del dolor.
Frente a la salida fui mi carcelero,
Fui los barrotes de mi celda
Y las cadenas de mis tobillos,
Con tal de aprender del mundo.
Viaje sin días ni horas
Por tus calles eternas;
Me cortaste mi largo pelo
Y casi me vistes de verde
Solo para darme una lección
Pasos lejanos de los valles
Escarificados en la llanura
Vuelven brillos al desnivel,
Pulidas experiencias nuevas
Cosechando esperanza
En los días que vendrán.