Cabizbaja, pensativa,
Absorta y sin compañía
Andando lentamente
Lleva su mente inmersa
En la dolencia que la aflige.
Cavilando con tristeza
Tal vez recordando
Las vicisitudes de la vida
Bondades de otros días
Sentires de otros tiempos
De alguna vida menos inicua
Anhelando quizá no perder
Su memoria en el camino.
Acercándose humildemente
Solicitando caridad
Agradece infinitamente
Lo que a su mirar
Un gentil “ángel” le tiende.
Con suave vocecita
Pregunta por el nombre
Y dice muy quedito
“Por ti voy a rezar...
Y todas las flores que yo mire
Para ti ahora serán.”
Se aleja lentamente
Con su ajado rostro complacido
Y dejando en ese “ángel”
Una lágrima, un suspiro,
De un corazón amoroso
Profundamente conmovido.