No sé de dónde apareciste
nunca imagine conocerte
con el imán de tus ojos atrajiste
a mi corazón que no quiere perderte.
Si un beso marcar pudo
la ilusión en mi pensamiento
que pueda olvidarte lo dudo
aunque destroces mi sentimientos.
Déjame saciar en tus labios
esta sed ardiente y loca
y que todas mis penas y agravios
se suavicen con la miel de tu boca.
Mi alma en su última agonía
implora tus besos milagrosos
a gritos, dice: ¡quiero que seas mía;
quiero para mí tus labios gloriosos!
Mi alma agonizando en su dolor
que esta larga soledad le ha causado
implora a la tuya un poco de amor,
para mi corazón que está destrozado.
Aunque sea migajas quiero
De aquellos besos que te han sobrado
salva mi vida que muero,
muero por estar a tu lado.
¿Por qué tuve que conocerte
cuando a otro estas queriendo?
Será desdicha o tal vez suerte
que por tu amor me esté muriendo.
No lo sé pero siempre he dudado
que queriendo con el corazón,
una mujer pueda haber besado,
a otro hombre por atracción.
Tal vez no lo estés queriendo,
y por eso besar has podido;
y tu alma este diciendo,
que es en vano el tiempo perdido.
Si tu impulso te llevo a besarme,
y yo sentí una bella emoción;
es porque tu alma desea amarme,
y quererme mucho tu corazón.
Libera tus besos de la esclavitud,
que yo por ellos estaré esperando,
ser feliz es la virtud,
que tu solita estas truncando.
Si quieres ser feliz y amada,
y no sufrir alguna desilusión;
te invito a vivir en mi cuento de hada,
y a encadenar junto al tuyo mi fiel corazón.