Qué hago todas las noches recordándote...
y aún, entre las sombras alargadas
de estas finas notas que alumbran mi cuarto,
puedo contarte,
cada febril beso,
cada trémula mirada,
la mas pura caricia,
o el aire mas fresco de tu ventana.
Añoro esos espejos en los que te miraba,
me perdía e inmerso me descubría desnudo frente a ti.
Aún vive ese sentir de paz que me invadía a tu lado,
recuerdo la humedad de tu respirar,
las vibraciones que emite tu pecho,
y cada poro que cubre tu cuerpo indefenso.
Tienes que saber que no te llevo en mi recuerdo,
te llevo pegada a mi cuerpo,
eterna serás,
luz nocturna que te pierdes entre árboles somnolientos.