Si se desvanece el mañana
y la tierra desprendida a mis pies
se distorsiona en humeantes serafines…
He de esperar una luz inverosímil.
Se que me dará el marchitar
de esta infinita zozobra.
Solo por un instante,
brindara el sosiego.
Solo por un instante,
traerá la ilusión
de bondad en la parca,
traerá aquella confusión
que podrá designarle
la faz de una musa.
Solo por un instante,
aunque todo sea mentira.
En profunda paz…
el sátiro que gobierna el patíbulo…
reirá.
¡A pesar de que sea un lugar que ya no existe!
De mi solo quedan reminiscencias.
Desahuciado en la locura.
Hasta el rayo de luz más brillante
da lugar a la sombra más oscura.