Fimer

Silencioso Caminar

Silencioso caminar en horas de ausencia de vida

con el palpito encendido de escalofríos inherentes de un sentir potente,

ya habían pasado años de aquellos días en que esas horas se llenaban de vida,

era el recordar lo que nació lo que lo llenaba de nostalgia de un tinte desgastado.

 

Camino corto este solía ser al mirar el atardecer ya apagado,

el cual sucumbiría ante el cambio y la distorsión, desvaneciéndose de un antojo,

ahora a paso lento me atormentaba el silencio,

callando mis pensamientos y congelando mis movimientos.

 

Acelerando el paso en cada palpito de un corazón que se acercaba a perder el control,

tal vez era todo un sueño, más nada una creación de una perturbada imaginación,

pero la soledad de tal escena provocaba en mis sentidos un sufrimiento paulatino,

mis ropas se empapaban y el frió me pasmaba, pero no sentía un ruido, sólo un desazón kamikaze.

 

De pronto el momento se quebró en un grito que salió de un lejano galpón,

de pronto el sufrimiento termino, y todo el tormento se alejo con el viento,

era un renacer de la vida que me decía que que aún vivía

el dolor de tal grito pudo haber sido fácilmente el de un alma perdida,

tan perdida como humano era, es eso lo que me calmaba,

perdidos estamos todos, en estas calles no estaba sólo.