Me estorban las ideas y las palabras cuando solo, a ti te miro
y de repente sólo a ti te veo.
Vienes a lo lejos bailando, nerviosamente alegre, unas bulerías de Cádiz,
arrastrando espumas blancas de faralaes.
Y te siento suspirar ansiosa cuando te acercas, dulcemente mansa,
a dejar tu beso ardiente en la arena blanca.
Ahora te admiro y me estorban las palabras y las ideas... Pero no puedo evitar pensar
cuando descubro que hasta el Sol se apuntó a la fiesta de Chiclana.