Cierto, amor. Fue desde mayo.
Se desbordaron tus pasiones de amar
Como un manantial fresco de ternura
Cuando yo pasaba junto a ti
Enarbolando orgulloso mi pendón de otoño.
Yo no te invité. Tampoco tú a mí.
Nos unió el amor sin preguntar quienes éramos.
Hoy tenemos muchas y profundas huellas
Tentaciones vencidas. Enemigos humillados.
Y un anillo de entrega total que selló nuestra unión.
Gracias, corazón mío, por la rosa que hoy me das.
No es la primera. Es la más sonora.
Una rosa que canta, que musita versos.
Es la de clarines que acallan malicias.
Yo soy Miguel Ángel, tú eres mi rosa
Mi primavera altiva, mi luz y mi aliento.
Y fue desde mayo, yo bien lo recuerdo
¿Cuál es el “sí” que me pides?
Es tuyo el sí que te amo. El sí que eres mía
El sí que soy tuyo. El sí que a otros perturba.
El si que escondemos y el sí que gritamos.