La puerta de mi corazón abierta
cuando quieras la puedes encontrar,
ya no pienso un día más ocultar,
la alegría que el amor despierta.
Jamás estuvo la esperanza muerta,
más dormía y soñaba al esperar,
y en sueño profundo llegué a soñar,
que florecía la tierra desierta.
Y ya ves, no fue mentira, has llegado,
regando con tu manantial la tierra,
donde todo se había marchitado.
Llega el amor de modo inesperado,
en tiempo de paz y en tiempo de guerra,
llega y sientes que te has enamorado.