Me gustaría a mí ser
esa sabanita blanca,
la que cobija tus sueños
arrunchadita a tu almohada,
Y sentir toda tu piel,
muy pegadito a tu espalda,
donde mi pecho te acune
como mujer muy deseada
y cuando te des la vuelta
y me mires a la cara,
aun sin abrir esos ojos,
que tienes como ventanas,
sepas que yo soy tu hombre,
que te protege y te ama.
Tú me ofrecerás tus labios
como enormes cataratas,
donde desbordas tus besos
con la espuma de tus ansias,
donde los míos se beben
el sentir de tus entrañas.
Y entonces me pierdo y me ahogo
y mis manos solitarias
recorren todo tu cuerpo,
nadando en tu piel saciada.
Y al fin te cojo y te encumbro
y te mantengo abrazada
tan fuerte que hasta se rompen
el silencio y las palabras.
Me gustaría a mí ser
esa sabanita blanca…
para decir que te quiero
y dedicarte esta nana.
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