Noche en la rosa negra. Ocasional oscuridad
posada en la tarde. Extraño portento
que la madrugada olvidó. Hoy vi una negra rosa
abrirse sobre la claridad quieta.
A la deriva me tuvo la visión,
mi alma con la rosa dialogaba. Estaba la noche perdida
en el jardín, quizás buscándome a mí,
o sólo pétalos de agua clara anhelaba
del arroyo del día; como yo en el pasado bebí de ti.
Mi boca buscó siempre tu manantial de primavera.
Te escudriñaba en noches anteriores,
hasta que te hallé junto al sol del mediodía.
Ah… negra rosa de oscuro sueño,
no inquietes la brisa atardecida ni la mariposa
que en tu ordenado abismo gira.
Lento crepúsculo llega con sus alas apagadas
en busca de la inmortal rosa venerable.