Los rosales
de nuestro amor
marchitos están quedando.
Agónicos sus pétalos van muriendo,
la falta de tus besos y caricias
decoloran sin misericordia su alegría.
La arides de de tu ausencia
hizo florecer las leyes del olvido
en mi alma.
Expirando en brazos del
nunca jamás
bambam