Como el sol
El sol, lo refleja
tu rostro porque
Dios te ama
con tu piel que
se ilumina
y las mejillas
que reflejan
el color natural
del rosa
que dan su color
a tus labios
dando la naturalidad
a tu belleza
porque tu serenidad
se refleja.
Y el Señor, siempre
espera que
tu des ese sol
También en tu
iglesia.
Martha del Pilar