Los dedos son inventos frágiles
que sirven para escribir caricias,
y acariciar palabras.
La vida una marioneta
con la mitad de hilos rotos
y el resto muy afilados.
Las lagrimas,
tijeras húmedas,
que nos recortan el alma.
La sonrisa,
invento que invita otras formas,
otras fantasías,
otros dilemas.
Los dioses,
un pretexto para seguir vivos,
porque esa fe,
nos hace mantener el equilibrio emocional,
nuestro status psicológico.
Las mañanas,
cartuchos de luz,
que las horas descargan durante el día,
y se recargan durante la noche.
Los sueños,
candilejas teatrales,
que abren y cierran el telón.
Las pesadillas,
pequeñas verdades que llevan
una parte teórica
y su parte fantástica.
Autor: Fco. Peiró.