Ya no somos los que fuimos
en la playa
que juntos recorrimos,
ahora por la arena
pisamos recuerdos florecidos.
No somos aves con nido
ni rosas
en el rosal suspendidos
no cabes en mi cuerpo
en las noches de lamentos
ni te daría mi vida
por curarte el dolor
de una herida.
Ya no somos la cascada
que fluye con arrogancia,
no masticamos sueños
a la orilla de tu piel
donde el amor descansa,
ni seria capaz
de ser tu diosa enamorada.
No somos dos bohemios
preñandonos de nostalgias
ni los eternos románticos
que al amanecer se aman,
el tiempo borro de golpe
mi cuerpo que vestía
tu alma,
me quede desnuda
entre huesos de añoranzas.
Ya no somos los que fuimos
ahora tan solo
dos desconocidos,
convertidos en copas de vino
embriagándose de OLVIDO.
Ana@ocaña