No tengo en mí una total seguridad.
Me siento siempre una persona segura.
Pero siempre me sucede cuando mi pensamiento
está en ti. Tú eres la culpable de mi seguridad.
Pero en este momento,
te declaro la autora de mi inseguridad.
No te digo que eres la responsable de ella.
Hoy, ha vuelto a mí, la duda, la incertidumbre.
Como me has dicho varias veces,
hoy no es que esté viviendo un día de locura.
Aunque hay días en que pienso que quisiera
estarlo... estar en la locura,
para justificar mis dudas, mis intrigas,
y éste, mi tormento.
Creer que me equivoqué, que todo lo que
yo sentía por ti, tú lo sentías por mí.
¡Mentira, todo es mentira!,
de tu parte, no de la mía.
Lo mío es real, auténtico...
y tal vez estés en lo cierto...
segundos de locura he de tener
en mi mente... en mi cuerpo arde
el deseo de tenerte,
aunque sea tenerte, sin poseerte,
si es que no lo aceptas.
Sí, me equivoqué, muchas veces reconozco
que me equivoco.
Reconozco que no te puedo imponer
un amor que no sientes...
me equivoqué, porque pensé que era
a mí a quien amabas.
¿que amabas o que amas?
Tenía la idea de que amaste,
tengo casi la seguridad de que me amas...
No... si debe ser como tú dices...
he de estar viviendo instantes...
de locura...
Cómo voy a pretender que me ames,
si para mí es obvio que así no es.
Me equivoqué... se que me he equivocado,
y posiblemente no quiera aceptarlo.
Pero deseo entrar en razón justa y lógica.
Debo aceptar mi equivocación.
No he de arrodillarme ni he de implorarte amor.
Me lo entregas porque lo sientes,
o déjame con el alma desgarrada
por esta desilusión.
Sabré sobreponerme.
Una vez más he de sopreponerme en mi vida.
Ya no es la misma.
¡Mi pretensión de que me ames!...
¿cómo pedirte que me ames si no me amas?
¿me escuchas, me estás escuchando?...
claro, no me escuchas ni me respondes
porque no estás...
tendría que pensar que estoy loco...
dicen que los locos no se dan cuenta de su locura,
sólo me doy cuenta de que me equivoqué...
¿cómo arrancar de mi alma esto que siento?
Tal vez tomando algo, que me haga dormir...
dormir, dormir muchas horas,
muchos días, hasta despertar...
sería, algo así como un suicidio,
sin lograrlo, porque si despierto,
sólo sería un intento de suicidio...
un real suicidio sería que mañana,
ni pasado, ni dentro de unos días
o unos meses no despierte...
eso sí sería calificado como suicidio,
si algo tomase para no despertar...
para dejar de existir...
pero no, todos estos pensamientos...
son locos... y loco yo no estoy...
solamente amargado,
por haberme equivocado.
Pero de algo estoy seguro...
si te enteraras de mi muerte,
porque yo la busqué,
has de llorarme mucho.
No quiero tu llanto,
porque no he de suicidarme...
cuando llegue mi hora, que llegue...
ni siquiera la estaré esperando...
Querida, uno mis manos,
y rezo por ti, por tu felicidad...
también rezo por mí,
para poder al fin, hallarla...
debo aceptar la vida que tengo.
Debo rezar por los infelices
seres de este mundo, como yo...
Lo importante de todo esto
es que estamos con vida,
no he de ir en busca de la muerte...
Padre mío, que se haga tu voluntad...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 29/05/2013)