Tú me habitas...
Mi yo interno habita entre mis letras, en este mundo indeleble que se extiende entre los versos que nacen de mi alma, estas letras que postergo en su fluir diario, más porfían noctámbulas en mis pesadas noches y sollozan con versos de melancolía.
Me habita la sombra de mi esencia, mis ojos cansados, mi sonrisa difusa, mi tacto desprovisto; mendigo de un roce, de una caricia que tanto le hace falta. ¡Que tanto me falta! Me habita la miseria de un paladar sediento que en la espera de unos besos ficticios se perdieron en el abismo…. Y me habito entre arboledas de sigilo aguardando en silencio escondidas tras de rendijas…
Mi hoy es un lienzo quebrajado y la sed de amor deshidrata mi esencia… Aguardo; entre pliegues retenidos de mi conciencia, observándome burlesca la ignorancia de haber sentido… De haber soñado, entre cielos y estrellas, de haber sumado tú esencia a la mía y al paso del tiempo haberme quedado solo restando; restando la soledad mía… Una… Una soy; una he sido… sigo siendo una entre tanta gente mía, una silueta que no miras, que no quieres; ni has querido, que se queja entre los reflejos de los espejos de mi alma.
Extraño de ti… tanto… quizás la nada que me distes en un pedazo de papel, en una nota melódica que expira entre la brisa del viento, extraño tus besos, tus manos furtivas, tu voz que se escucha en los ecos de la tormenta, en esa lluvia que se precipita en el cristal de esta ventana y que al momento en que mi memoria te evoca me murmura; dormida… extraño ese anhelo inerte que se fue entre las sombras de las sabanas de nuestros días… en la distancia… en el frío… en la cercanía de saberte, perdido y distante.
Tú me habitas mas allá de tu orgullo y del mío, habitas tras esas murallas donde ¡ya! no me dejan alcanzarte…
Alexandra Fuentes Neira.- Chile 2013
Andra.-