La cabeza me da vueltas,
el cuerpo me duele,
y ya no se que pensar.
Los días me son detestables,
sean calidos o fríos me da igual.
No puedo escuchar mi biblia,
no puedo cantar su oración
y ya no puedo fingir más.
Solo me corte los pies
sin darme cuenta,
solo destrocé mis alas
cuando más las necesito,
solo me arranque los brazos
siendo lo único que me quedaba.
Ahora no puedo caminar,
tampoco volar ni nadar,
solo renacer me queda
o simplemente morir,
morir como tantas veces.
Aunque morir sea imposible
porque principios me quedan
y si e de morir culpable de mi
moriré solo, siempre solo.
La dejaré amar y descargarse,
la dejaré divertirse y sufrir,
la dejaré ser lo que es,
la dejare, simplemente la dejaré,
mientras a un lado me hago
con los ojo ensangrentados,
en corazón en los labios,
y el alma entre los dedos,
Recordare su voz mordiéndose,
su rostro enfadado,
su cuerpo pálido y suave,
sus miradas, sus gestos,
su vestimenta, su ser,
pero más que todo, sus locuras.
Volveré a las sombras vagando solo otra ves
con nada más que yo,
sin sentimientos,
sin nada ni nadie
y solo con mis principios
como siempre fui.