Indelebles esbozos, asbestinos
en barnices de chispas mortecinas
idiosincrasia de páramos perdidos
que en su llano al precipicio derivan.
En el fondo de murciélago oído
lobreguez, mil murallas macizas
tiento alas desgarradas en roídos
vendavales, temporales en porfías.
Soplo, tris que ya signa la salida
en mis cuerdas alzarme, hoy decido
resucitando tantas lápidas en crías
en mi huella van marcando el camino.
Y si mareas disímiles descubro
su espuma rozo aún sin descenderla
será esencia inherente, su bismuto
yo respeto, espero dual deferencia.
Almanaques de efemérides fallidos
siempre al cesto deposito, cual asceta
al espejo, argénteo gesto, hoy me miro
¡y una luz resplandeciente se refleja!
Copyright© 2013 Rocío Vega-Ponce