Pregúntale a Dios cómo surgió
de una sonrisa incendio perpetuo,
de una mirada sangre en el pecho,
de una palabra un eco de amor.
Pregúntale a Dios si con su gracia
hermanó nuestras almas el cielo,
si inspiró con su luz el buen sueño
que desde tiempo atrás te presagia.
Pregúntale a Dios si esta amistad
brota de dos corazones puros,
si es tierna como los ojos tuyos,
si es el fin de nuestra soledad.