Yo por jugar al héroe
he andado deambulando
por las vergüenzas propias.
Yo por ser muy valiente
he tropezado con paredes
tan pulcras y adornadas
en las que he querido
escribir grafitis prohibidos
o alguna excreción lacerante.
He regresado cabizbajo
con chichones en el alma
con preguntas a medio hacer
a medio contestar.
Yo el solitario caballero
del oeste de la ciudad
maniático de las tribulaciones
he tragado tormentas
que prefiero no contar
en esta aventura de entender
al mono desnudo
del todo desnudo
que me da tanta lástima
y tanta vergüenza ajena
como ajeno me siento
en este mundo de posesos,
poseídos y posiciones.