La magia de su amor
Fue tan grande la magia
de aquel primer beso,
que se pintaron de fantasías
mis antiguos versos.
Y pude recuperar de entre sus
pardas pupilas,
el destello perdido
de las azuladas primaveras.
Me quedó de su pequeña boca,
la fruta primorosa del embeleso,
el divino vuelo del amor
y el mar vivo
de su agraciado recuerdo.