ven... siéntate a mi lado
no te guardo rencor
mi amor, lo ha superado.
No ha importado ni el llanto,
ni la misma osadía
de haber dejado inerte,
mi corazón...mi vida.
Esperar que el teléfono
agite su sonido,
para saber de ti
provocando latidos.
Y al escuchar tu voz
cuál dulce melodía,
me juras que me extrañas...
que me amas todavía.
Atrás quedó la angustia
el dolor, las mentiras...
no saber dónde estás,
provocando agonía.
Y he guardado en silencio
mil gotas de rocío...
que te he de regalar
cuando estemos unidos.
¡Si! Te he esperado ansiosa...
¡y al fin llegó este día!
en que te has dado cuenta,
de que eres sólo mío.
Alicia Santi