Dale un final a tus días de mujer soltera,
cásate conmigo hoy y sin pensarlo tanto,
yo te haré reír siempre así, a mi manera
y tan sólo va a ser por felicidad tu llanto.
Acepta ya lo que propongo, da ese paso,
cédeme ese “sí”, es lo único que necesito,
no sólo a la felicidad irás tú de mi brazo,
prometo que te elevaré hasta el infinito.
Allá donde ya nadie más pueda vernos,
yo te llevaré o aceptaré que tú me lleves,
verás cómo de repente sentirás eternos
momentos que antes te parecían breves.
Casémonos, blanca tu ropa, la mía negra,
la verdad es que me da igual ese concepto,
sabes que no habrá conflicto con la suegra,
ella sabe muy bien que desde ya la acepto.
La luna de miel será donde tú quieras amor,
cualquier deseo tuyo hoy será complacido,
prometo que el lugar que elija será el mejor
y por nada del mundo me quedaré dormido.
Cásate conmigo, te va a gustar esta aventura
y seguro la disfrutarás con todos tus sentidos,
cuando “para toda la vida” nos exprese el cura,
si te parece mucho tiempo, yo taparé tus oídos.
Tranquila, no aparecerá alguien a última hora
ni el padre dirá que “hable ahora o que se calle”,
no pensarás que otra sufre por mí y que llora
ni me dirás piadosa que no quieres que le falle.
Seré un novio modelo y un esposo sensacional
con el cual podrás lucir bella, muy sexy y divina,
pero no tengas intenciones de ponerme delantal
ni de ponerme a hacer lo que te toca en la cocina.
Te prometo amor mío, que si logro que me sigas,
para ti y sólo para ti será seguro mi mejor poema,
prestaré atención como ahora, a todo lo que digas,
aunque hables del horóscopo o de cualquier tema.
Sólo te pido que si al fin nos casamos, de verdad,
algunas cosas cambien desde ese día en adelante,
sé que con el que vigila la casa tienes una amistad,
trata de que mi hijo en nada se parezca al vigilante