Me dueles…
Esto es sin duda
una agonía de amor,
por que en este instante
me duele pensarte
inventarte, meditarte
me duele,
esta mísera existencia
que se empeña en despojarme,
despoblarme y asolarme.
Me dueles; en la mirada
que existe en tus ojos,
me duele estos versos
con ese dolor
parido del alma,
simplemente me duele
renunciarme a mi misma
decirme adiós,
mientras sigo coexistiendo
en otro plano distante
que no es tuyo ni mío….
Me dueles, dentro
donde araña los sentidos mi alma.
Así sin más,
me dueles…
Como me sumerge la bohemia de este mundo, a tal manera que siento que no pertenezco al bullicio matutino; impreso entre las calles de este hastío. Es este pedazo de terruño que me vio nacer algún día, más al cuál ¡nunca! he pertenecido. Me creo y siento forjada en otras tierras… Allí donde la paz devora los murmullos de un delirio desgastado, donde las aves entonan añoranzas a diario.
Me veo y estoy perteneciendo a brechas desconocidas, de sombras inertes y de noches enmohecidas en el asfalto. Donde la desconfianza no emigra; habita entre todos ellos, en sus miradas de cólera que atraviesa la inocencia.
Y me pregunto ¿cuánto más aguardara mi esencia entre la ausencia desprovista de primavera? ¿Entre la hambruna de riqueza que el espíritu necesita? Mi luz no se extingue, más el tiempo se empeña en apagar el resplandor que me anida… Me siento en el letargo de este dolor que me oprime, que no me deja y que necesita del calor de tu existencia… No se si sufres, como yo esta angustia; pero debo afirmar que veces percibo nuestra misma agonía.
Me voy de mí, entre unas lágrimas que pugnan mi delirio…
Me voy de mi misma… donde solo tú me habitas.-
Alexandra Fuentes Neira
Chile, 30 de mayo 2013