-Rosa roja que cortas mi vida
hasta mi boca tu destierro has subido.
En el viento mojado de primavera
mis partes marchitas voy cediendo.
Esta noche subterránea hurga
mi pecho con dedos apagados.
-Rosa roja que pierde la calma,
busca tus heridas para sanar el alma,
busca los rincones más apartados
para poder florecer en tus manos.
Rosa al fin...flor perenne...
flor que quisó volar sin tener alas.
-Hay lejanía en las sombras,
un temblor brillante en el aire,
percibo el mundo menos mundo.
Los conocidos duermen su olvido
de almohadas. Mis venas escalando
alcores van. Soy memoria y espejo.
-Todo lo que toca mi mirada
se va convirtiendo en nada,
el mundo para mí es noche blanca,
sol de media luz,sol de madrugada...
soy la sangre que escala tu montaña,
soy la sangre que fluye en tu calma.
-Ah!, pecado sediento socava,
siento ganas de un crimen atroz,
¿podré olvidarme de ti un momento?
Olvidar con la niebla tus manos fértiles,
despojarme del aleteo de tu boca.
La memoria se me dobla, muero
sin morir.
-No podrás olvidar todo lo vivido,
quisieras hacerlo sin conseguirlo,
seguiré en el aire que respiras,
seguiré en los caminos que pisas.
-En verdad eres la cuna,
mis huesos de sueños haces reposar.
Si me ciñera al pecho tu eternidad,
quizás muera menos en la muerte.
La roja rosa para mi deshojará
secretos que los muertos callan.
-En tu memoria moriré de a poco,
como una vela del mar que no se extingue,
como un volcán de luz cuando florece,
así mi presencia en tí,morirá solo a ratos.
La rosa roja te dirá,
lo que mis labios no pudieron,
porque en la muerte misma
llevarás mis tibios besos,
porque en tu tumba sagrada
solo encontrarás mi olvido.
CLONARIEL Y YOLANDA BARRY.