La luna que iluminaba
La velada
Las estrellas
la decoraban
Y los grillos que entonaban
Miles de sinfonías
Celebrando nuestro encuentro.
Y el frio
Promotor de los abrazos
Que unió firmes mis brazos
A tu cintura delgada.
Y un beso se asomaba
Sigiloso
Y tus labios poderos
Contra los míos que temblaban.
Derrumbaban las murallas
De la duda,
Y mi razón
Ya moribunda
Entumecida
No respondía.
Mi corazón ebrio
Por el néctar de tus labios
Hiperactivo y agitado
Pretendía mil infartos.
En ese nuestro primer beso
Nuestras almas se unieron
Y danzando bajo la lluvia
Con el pacto concluyeron.