La soledad te convierte en un moustro, con el corazón de hielo, donde no te importa a quien le hagas daño , solo cuenta tú satisfacción de ver sufrir a otros; ya que en tú pensamiento se encuentra el porque ellos son felices y tú no.
Tratas a todo lugar que ellos no sean felices y sientan su soledad más que otra cosa, pero despiertas y te das cuenta de que tú eres aún más miserable y ellos no.