Nos dimos contra una pared y nuestros sueños durmieron en una alfombra de papel, tan frágil como la noche que le dio la espalda al día.
Abrimos una puerta que conducía a la nada y ahí estabas sentada en una silla de falsedades y ese fue nuestro perfecto error.
Sin amor no hay camino entonces el odio te abraza en las horas oscuras y comienzas a caer en un abismo hecho de espinas.
Nos elevamos a la quebrada eternidad y no pudimos detenerlo, no querida; no hubo poder que detuviera ese cruel sentimiento.
Tentados por el llamado de la pasión no supimos parar, éramos el cielo y el universo unidos en un paraje sin final.
Dormimos con el miedo y nos despertamos con puñales de fuego, y ese fue nuestro más perfecto error.
Nunca nos quisimos, pero en nuestras miradas había noches enteras de seducción, y pisamos sobre el barro hundiéndonos en un abismo hecho de dolor.
No supimos detenerlo, no querida; no supimos detener esto que nos hería y nos conducía al paraíso.
Y fue nuestro más perfecto error, no había amor entonces por qué detenerse?
Perfecto error, perfecto error cariño y caímos ante él sin saber cómo manejarlo…
Nuestro más perfecto error.