Desde el balcón
de tu rambla
en el paisaje abierto
de tu mar en calma
otro cielo se funde
en un horizonte
de paciente espera
donde titilantes navíos
se alinean por puertos
no muy lejanos
... y la noche, que avanza
con nubes de plomo
tan rápido como retrocede
la última luz del día
me trae recuerdos de la mujer
que bien lejos, me espera
de la misma manera