La tierra a mi me parió
con el crujir de su canto
desde el surco fue mi llanto
y surgió ese inmenso amor
Ahora le hago el amor
con el último lucero
que se oculta en mi sombrero
cada clarear del alba
Le hago el amor bajo el sol
que feroz e incandescente
se derrama por mi espalda
Y en los cascos del corcel
tamborileamos canciones
de corazón a corazón
mientras le hago el amor
cada que vuelvo a mi rancho
Junto a la senda el arado
mudo testigo implicado
en la pasión concebida
con quien me diera la vida
Torrencial el cielo cae
cual mágico ajuar de tarde
ayudando a germinar
mi sudor inoculado
en el vientre de su surco
que preñado se ha quedado
con su fuerza y mi ilusión
Cuando en octubre los vientos
izan al cielo ilusiones
bajan junto a mis canciones
la yunta con su mecido
arrastrando sentimientos
que lloran en un chillido
de llantas y resbalones
trayendo a mi tibio nido
el fruto de mis amores