Fácil sería decir que te amo,
que te quiero infinitamente
con un amor que viene de antaño
revolviendo mi vida, revolcando mi mente,
un amor que se desprende de mi
y tiene vida propia,
que no hace caso de mi voluntad,
que es más grande que el Hades
y más claro y puro que el mismo cielo,
que por ti daría la vida en un instante,
que sacrificaría todos mis sueños,
que mis sueños están todos junto a ti,
que eres la más dulce flor
que ha posado en mi jardín,
y también que eres sol
que me da la energía necesaria
para realizar la fotosíntesis del amor,
que sin ti no puedo vivir,
que lo cambiaría todo por ti.
Lo difícil es demostrarlo...