Sabas

Es infinitamente fácil, te amo

De seguro te sonrojas si te miro con la mirada filosa con estos ojos tuyos que te aman de punta a punta. No, tu no puedes ser el Dios, pero mujer, si que eres diosa cuando impregnas al olfato infinito de esa, tu infinita alma. Esa, esa extensa locura donde se disuelven los sinónimos del amor, esa, maravillosa alma, donde encuentro pausa, pulso y huella, la misma que me besa de sueÑos, que me abraza en la noche, la que me vive en horas sin relojes. De seguro te sonrojas si te canto este poema, si te miro a los ojos y te muerdo la boca, Seguro tiemblas si mis manos blancas te rosan tu pelo, si mi piel te palpa como calcando besos, y volviera este dÍa en el mejor segundo. Porque yo, desde ayer, desde aquel pretÉrito sin ti, desde aquel futuro lejano comenzaba amarte, no, miento, nacÍ amándote mi amor, nacÍ porque tú necesitabas encontrarme en tus oscuras calles sin salidas, yo nacÍ para ti, semejante al alma tuya, nacÍ para enredarme en la miel de tus retinas, para planear big banes en las bocas, nacÍ para tenerte, me tienes, asÍ, simplemente enamorado como el poeta a su propia arte, tu eres una emergencia del corazón, tú eres arte, y te amo, siempre volverÍa a reescribirlo, siempre volverÍa amarte. De seguro te sonrojas, te erisas y quemas, si te digo te amo, te amo, desde el verbo amar, que hallamos telescópicamente en el núcleo de vuestras almas, te digo ven, tómame y besa, encuentra el tesoro, que en mi alma están todos los mapas de ese, ese universo vuestro e irrepetible.