Señora bonita,
Perdone a mis ojos que osaron mirarla,
Perdone a mi alma que se vuelve esclava,
Ávida de amarla, besarle, abrazarla,
Desde media noche hasta la alborada.
Señora bonita,
Acuso a sus ojos con penas guardadas
que tristes me vieron una tarde aciaga,
Y en leve sonrisa, éstas soledades me dejó hechizadas.
Entre ceja y ceja la tengo clavada.
Señora bonita,
Concédame anuencia de tocar su alma,
Que quiero de amores tan fiel perfumarla,
Pues feliz sospecho que pierde la calma
cuando a sus oídos llegan mis palabras.
Señora bonita,
Permítame amarla.
D.R. Vozdetrueno