luisa leston celorio

EL VANIDOSO CABALLERO

Su cuerpo había cubierto

con manto bordado

de  tesoros del cielo robados.

 

De las nubes sustrajo

delicado algodón

para confeccionar

la prenda más delicada

que jamás se vio.

 

Al  Sol despojó

de sus dorados rayos

convirtiéndolos en hilo

para sus brocados.

 

De la Luna

su nácar ambicionó,

y sin ningún pudor

un trocito le arrebató.

 

¡Oh, las estrellas!,

de su fulgor se enamoró,

y un ramillete ha recogido

causándoles gran dolor.

 

Presumía el  apuesto caballero

de su elegancia,

pues  por donde pasaba

dejaba gran resplandor.

 

Mas el firmamento se entristeció,

porque el caballero

de sus mejores joyas se apropió,

dejando  tristes a los hombres,

pues  desde el cielo

ya no les llega resplandor.

 

El día está oscuro

por falta de los rayos del Sol.

Las plantas pierden  color,

y los hombres se entristecen

porque no tienen luz ni calor.

 

 

 

Pese a tanto dolor originado,

al vanidoso caballero,

no le produce pudor,

y de su mantón presume

mientras entre sus gentes

causa desazón.

 

Triste está el caballero,

triste está su corazón.

Sus amigos ya no le admiran,

pues su osado comportamiento

dejó de causar clamor.

 

Dejó volar las estrellas.

Con sus hermanas se reconcilió.

A la Luna devolvió su nácar.

A las nubes restituyó su algodón,

y al Sol sus rayos le envió.

 

El cielo se viste de gala.

La tierra recuperó su color.

El calor llegó a los hogares,

y la dicha de nuevo reinó.

 

El vanidoso caballero

la lección aprendió:

que no hay hermosura más grande

que aquella que la naturaleza nos regaló.

 

No sólo para unos pocos,

para todos Dios la creó,

y cuando alguien se la apropia,

al final también sufre el daño

que él mismo causó.

 

Autora : Escapitina

Registrado. Tomo- BAZAR DE SENTIMEINTOS-

Luisa Lestón Celorio

2011-