Ese día llovieron lágrimas de dolor
Fue una tormenta interminable
Sus pies en el lodo dejando huellas
Con la mirada perdida sin horizonte.
Sus cuerpos temblorosos por el frío
Su espíritu trémulo ante el miedo
No hubo más sonrisas en sus rostros
Sus juguetes ahora eran armas.
Aquella que los dio a luz grita al cielo
Ese alarido no llegará hasta ellos
Las balas explosivas se lo impiden
Solo escuchan las voces de la guerra.
Arrastran los recuerdos de sus calles
Donde alguna vez jugaron al soldado
Ahora juegan por salvar su vida
Privando de la misma a sus hermanos.
Con doce años ya son hombres
Asesinaron su infancia en un momento
Algunos lloran y esperan el regreso
Otros duermen sin esperanzas de volver.
Huérfanos de amor, soldados infantiles
Niños desterrados de un futuro
Despojados de lo que fue pasado
Muriendo de a poco en el presente.
Algunos volverán con heridas sin sanar
Con millares de sueños rotos
Con las miles pesadillas del guerrear
Recordando a los que no volvieron.
Seguirá lloviendo en sus recuerdos
Las voces de la guerra llamarán
Sus ojos llorarán a diario el dolor
De haber sido niños homicidas del amor.