Soñé que en la más perenne agonía
con tu tierna mirada fija y profunda
el dolor de mi alma se desvanecía
Soñé que en la noche más inmunda
con tu brillante sonrisa cándida y pura
mi tristeza terminó de forma rotunda
Soñé que en la más implacable tortura
con tu dulce voz serena y armoniosa
forjabas en mí una robusta armadura
Soñé que al besar tu suave piel deliciosa
la razón se inmoló y dio vida a mi locura.