Me vi en las entrañas de la bestia
hecha de necedad y cosas siniestras
que digería calaveras en las fiestas
me empezó a convencer y me empezaron
a crecer cuernos, pezuñas y en el rabo
un árbol de orificios labiales embriagados
en la batalla contra los demonios
utilice la mandrágora y el estramonio
del neutro sobre los pares antónimos
y durante el fiero asedio
el hipnótico remedio
me dio la vida hecha medio
¡ Oh Cristo de la locura !
¡ Oh Luz sobre la sepultura !
¡ Oh señal sin estatura !
el príncipe del mundo
te quiso tentar y tú profundo
le dijiste: ¡ Vete espíritu inmundo!
se le dio poder para conquistar
la tierra y así poderla hollar,
a la bestia o a la falsa Majestad
cuando uno ve la luz de la cruz
en la miseria y su pulcritud,
si no toca la flauta, pulsa el laúd