Esta soledad que es solo mía
sabe de mi sentir y nostalgia
eterna confidente y compañera
que cuando sufro ella llora lágrimas.
Siempre en la oscura estancia
ella me corona cual guirnalda
y escudriña los rincones
más furtivos de mi alma.
He deseado en momentos
sutilmente de mi alejarla
y he buscado estrategias
para hacerlo sin lastimarla.
Me he ocultado de ella
tras la lluvia ancha,
bajo oscuras sombras
y en la calle larga,
pero ella me encuentra
llegando sin llamarla.
Se queda en silencio
y de mi no se aparta,
me mira a los ojos
y me roba el alma.
¡Cuánto te amo mi soledad!
Tú me acompañas siempre
cuando estoy alegre
y cuando estalla mi debilidad.
Eres dócil y humilde,
sabes escucharme con serenidad,
nunca me reprochas
y siempre un aliento me das.
Eres el presente, el pasado,
lo que mañana vendrá,
primavera, otoño, invierno,
verano corto y mil cosas más.
Eres el beso en mi despertar,
la caricia leve en mi intimidad,
eres el canto, la risa, el llanto,
la dicha, la tristeza, eres mi verdad.
Liel