Pepita está tan
absorbida por
su trabajo
que se olvidó de
mirarse al espejo.
Cuando descubre que
en ese tiempo le había
crecido la barba.
Mas ya no existía para
ella trabajo en el circo
como otrora.
Era parte del espectáculo entrar
en el recinto con la mujer barbuda.
Es que Pepita pasa de largo
no se mira en el espejo...
¡Socorro! ¡grita!
¿Cómo pudo pasar esto?
¿En tan poco tiempo?
En fin, quizás no exista
la palabra tiempo cuando
se está tan ocupado.
Cuando se trabaja
el tiempo vuela, se dijo
a sí misma.
Mas ¿cuándo se había
visto la última vez?
Ya no lo recuerda...
Ahora la barba si
inexorablemente
había crecido.
¡Ohhh, qué horror!
Debe ir a quien se la
quite, una amiga le
dijo -pide un turno
urgente-
No mejor lo hago
mañana después del
trabajo, allí iré,
podré hacerlo tranquila
luego que los niños
estén con su papá.