Para que comprendas mis silencios,
escribo un verso en agonía,
de esos que la brisa esconde,
para no ahuyentar las gaviotas en la playa.
Hoy quiero en tu ausencia leas,
en la roja tinta que mi corazón dispensa,
este sentimiento oculto,en las yedras de mis horas,
negándole un te amo a la palabra.
Para mi corazón solo bastaba,
un te quiero con rosas sin sonidos.
La firmeza de tus ojos y el rocío,
de un alma blanca en el camino.
Me contabas del viento,en los mástiles de un barco,
que solo en tus mentiras existía,
naufragando en los pinos sin olas,
de ilusiones que se gastan ya sin alas.
Despertando en la alborada de pájaros sin cantos.
Con caracolas ausentes de horizontes.
Negándome al amor que emigra,
al eco de un dilema sin sentido.
A.G.