La noche llama los recuerdos de esos inolvidables días,
El silencio me hace sentir la agonizante melancolía,
El dolor implacable se apodera de mí ser,
Y me ahoga este sentir tan masoquista e ilógico,
Siento ganas inmensas de estar viva y muerta a la vez,
Y cuando siento la lluvia caer, y cuando la soledad me arropa,
Cada recuerdo se almacena en mi mente, mi alma no tiene calma,
Mi ser grita un Te necesito, No soporto tu ausencia, deseo tu boca,
Tu voz es medicina para mi alma, y es el único medio para superar el dolor,
Muero por besarte sin calma, sin ataduras, sin pudor y con todo este amor,
Y si supieras cuantas veces te he pensado, cuantas veces me he imaginado en tus brazos,
Y si supieras en cuantos rostros te he buscado, Cuantas noches desveladamente te he llorado,
Si pudieras estar dentro de mí, ver mí ser, mi amor y su pureza,
Tal vez, solo así dejarías que te amé con todas mis fuerzas,
Dejarías de lado tantas preguntas absurdas, Solo nos amaríamos, sin esperar Respuestas.