La mentira de color del mundo
era un sol rancio y azulado
conteniendo la juntura del conformismo.
Se escuchaba algún sollozo
a puerta cerrada,
embrujado de un viento
vociferante y molesto,
un aldabonazo fuera de tono.
Nosotros dos, tras besarnos,
despilfarrando toda desesperación,
nos apretamos las manos
y comenzamos a caminar sin tino
como dueños de un destino.
Kabalcanty©2013
(Pintura de Wolfgan Lettl)