Son cuatro diademas que lucen
como coronas en la cabeza
y son de estas cuatro lumbres
Machado, Hernández, Juan y Teresa
con ellas se ve la cumbre
y en el alma la traviesa
son corazones hechos nubes
donde la nada se elude
y el todo se confiesa
son cuatro ubres
de príncipes azules
y encantadas princesas,
son dulces fresas
que en la luz se funden
junto al Jordán hecho presa
Primera diadema
Machado puso en el altar
el espíritu de la cena
y hecho un trozo de pan
engarzo esta diadema:
\" En sueños se veía
reclinado en el pecho de su amada
grito en sueños: ¡ Despierta amada mía!
y el fue quien despertó, porque tenia
su propio corazón por almohada\"
Diadema Segunda
- Tú dale que dale
hasta que los plomos se fundan.
- ¡ Ay!, pero que me dices
Miguel Hernández
Miguel de las plumas
Miguel de las narices
¡ Ay!..., quien fuera funda
para tu espada de ángel
que sangra y fecunda
al sándalo y al padre
con esta diadema profunda
\" Para la libertad, sangro, lucho y pervivo
para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo
doy a los cirujanos \"
Tercera diadema
¡ Ay graciosa abeja !
¡ Ay Juan de la Cruz !
me colgaste por las orejas
a tu panal de luz
o a esta diadema
donde la plenitud
al amor se encadena:
¡ cuan manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras !,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuan delicadamente me enamoras.
Cuarta diadema
de Jesús, Teresa
de incienso atufada
y por el amor presa
al halo de la lanzada
o la cruz que te atraviesa
le lanzo enamorada
su corazón de princesa
o esta melodía alada
y diadema hecha:
\" Cruz, descanso de mi vida
vos seáis la bienvenida\"
¡ Oh bandera en cuyo amparo
el más flaco será fuerte!
¡ Oh vida de nuestra muerte!
¡ que bien la has resucitado!
al león has amansado
pues por ti perdió la vida
vos seáis la bien venida.
Que pan tan rico
son estas tortas fritas
estas hostias al hocico
que el señor de la poesía
la puso en los picos
de los ruiseñores que pían.
Hosannas al del borrico
al Cristo de las dos Marías
palmas y hosannas al hijo
que Jerusalén es alegría
o las criaturas con Francisco
¡ Oh pan nuestro de cada día !
¡ Oh trinar que se hizo poema !
eres el candil en la coronilla
y de un hada, eres su diadema.