Luego de muchos papeleos
Betty logra los papeles a medias...
Porque quiere volver a sus artes,
la de gimnasta, que en algún
momento se le llamó olímpica,
y ahora recreativa y artística.
Se anota en el grupo de mayores
de dieciseis años y ahí entró.
Como le habían dicho- fijate los horarios
y ya puedes empezar hoy si quieres-
Cuando llegó el profesor le preguntó-
-¿mas sabes de qué se trata?-
-sí, claro, por supuesto-
Son niñas y algunos jóvenes varones,
que integran la clase.
Asiste a un par de ellas y el profesor
antes de comenzar le larga algo para
que reduzca velocidad- ¿justo ahora lo dices?
contesta Betty. Y le sale espontáneamente
una carcajada, no digo a mandíbula batiente,
pero más o menos. Observo la clase desde
fuera soy una de las limpiadoras del gimnasio.
Que me entretengo tomando mate, cuando
no limpio y observando como esas niñas
adelantan clase a clase.
Mas un día Betty llega empapada la lluvia
la agarró en el camino.
Se sacó la ropa y dejó colgada para
que se escurra.
Una de las profesoras se acercó, para
decirle que había dejado su parca,
colgada en el tablero de la electricidad.
Muy bien la saca y la coloca en otro sitio
y esta vez se acercó una funcionaria para
decirle nuevamente que seguía mojando.
De esta forma, Betty -ya- le dijo, -ya falta nada
para que termine la clase, ya me voy-...
No contentas, luego de más papeleos exigidos,
ayer le prohibieron la entrada porque había
llegado cinco minutos de comenzada la clase...