\"La noche no quiere venir/para que tú no vengas, /ni yo pueda ir\".
(F.G.L)
Federico tu muerte, tu vida aún me sigue
como un grito y una llama que quema doble
el teatro, el camino, el hombre y su destino
el vislumbre de la deshumanización neoyorquina.
Tus aguas cantarinas yacen turbias lejos de ti
y los hombres seguimos buscando el paraíso
que hemos extraviado miles de veces.
Tus caballos aun relinchan ciegos
sudorosos huyen a los abismos en tu ausencia,
tu verde muerte, tu destino de sangre y cuchillo.
Federico, llega la noche y te envío este triste
homenaje, acéptalo como si fuera la de un siervo
que bebe de tu luz y de tu alma hacia la bella
agonía de esta existencia y esta nada de olvido.