Lean

Un sueño...

Parecía un sueño, haberte encontrado de nuevo, parece una ilusión haber estado justo ahí, en ese preciso momento, pero así fue, ahí estuviste tu, justo al lado mío. Como parecía imposible que hubiera ocurrido. Y ahí estábamos; tu, yo y el muro interminable que nos separó una vez, ese muro que tiene nombre, ojos, manos y pies. Ese muro, inexplicablemente infranqueable para ti.

 

 

Mas aun, sin embargo, parecía imposible lo que pasó, platique contigo de todo eso que una vez me prohibiste volver a decir. Poder expresar todo eso que fuiste eres y serás para mi, poder decirte cuanto te quiero, y cuanto me haces falta.

 

Aun más impactado quedé cuando de tus labios oí decir que tu también me extrañabas, que en ocasiones me necesitabas… que aun me amabas… Ese, posiblemente amor mío,  pudo haber sido el momento más grande y feliz de mi vida. Imagina mi emoción, poder escuchar de viva voz, que mi sentimiento no era del todo desechado a la basura… imagina mi sonrisa… imagina a mi alma saltar de alegría.

 

Fue entonces cuando por un arranque repentino, tomaste una decisión!… dar vuelta a la hoja y volver a escribir una historia de tu vida, escribir de forma diferente el destino, pero esta vez, contigo y conmigo. Fue una decisión sellada con un beso, con una caricia, con el roce de tu piel y mi piel. Fue el juramento mas fuerte que en mi vida, he querido ayudar a cumplir.

 

Claro, aun había que poner el punto final a la última historia. Recuerdo esas palabras tuyas, que me decían: “¡Espera!, nuestro momento ha llegado, pero debemos hacer las cosas bien, para volver a comenzar, como siempre hemos anhelado”.

 

Y esperé… esperé… esperé… y hasta hoy he esperado…pero esa respuesta, jamás a llegado. Hoy mi ilusion se ha desmoronado, y tu voz, poco a poco de mi mente se ha borrado. Solo mi esperanza prende de un hilo, sujetada por el brillo de tus ojos, esperando que tal vez… solo tal vez, esta historia no solo fuera mi sueño...