No estás,
tu vacío ya me alcanza.
Te haz ido,
la soledad me embarga;
Quizás pronto vuelva a verte,
es mi esperanza,
y que la vida nos permita
vivir juntos, a la larga.
Sabes que te quiero,
tú lo sabes,
y que amarte para siempre
es mi desvelo;
pues ligado a este
destino inexorable,
está mi vida, a ti...
¡que eres mi cielo!