Retrato
Por la vacía calle,
Una sombra camina
Se desliza,
Rumbo a la vieja estación de tren.
Pesado equipaje,
Le acompaña en el recorrido
Raída la capa y roído el sombrero,
Llega al andén,
En vuelo le sigue,
Un cuervo negro
En su corazón.
Un nombre de mujer,
Mil calles y ciudades cien
Vagón quinientos tres,
Amigo: que te baya bien
Se despide del cuervo,
El caminante sonríe
Buscando a quien sabe quien
Emprende su camino,
Solo tú sabes su destino
Es por tu puerta,
Por la que asomara
El caminante que soy,
Vengo de un sueño
De pasión y fuego,
Y mi corazón…
Late como sin dueño,
La puerta se abre
Y me recibe
Tu hermosa mirada,
Y una sonrisa,
En tus deseados labios
Nos fundimos en un abrazo,
Casi sin palabras,
¡Al fin nos besamos!
Te llevo en la mano
Un corazón viejo,
Algo averiado,
Y un sueño por cumplir.
El caminante que soy
Te estrecharía entre sus brazos,
Por vez primera.
Ha despertado la noche
Con el roce de nuestros cuerpos,
Entrelazados como un solo ser
Que por fin se complementa y se completa,
A aquí ya se despierta
El caminante que soy.
Ansiándote, soñándote, suspirándote,
Esperándote…
Ven sueño mío hazte realidad.
Al fin nos encontramos
Nos descubrimos, acariciándonos,
Sintiéndonos libres,
Desnudamos nuestros sentimientos
Largos tiempos callados,
Entre líneas ya no queda nada,
Suspiramos abrazados
¡Finalmente nos amamos!