-Despliega tus aromas
en las alas de una abeja
cierra los ojos un instánte
y devórate los tiempos
-Me los devoro y los pongo,
en el fondo de mi alma,
ahí donde no hay minutos
que calmen mis emociones,
ahí donde el día
dura por toda la noche,
donde el sol no se esconde
y la luna se columpia sin cesar.
-En ese fulgido lugar
desapareció el tiempo,
se fundió la bombilla
y es alumbrado
con antorchas de ilusiones.
-De fuegos artificiales,
de bombas molotov,
ven amigo...acércate
bailemos una canción,
que al fin no hay tiempo,
bailemos una rumba,
una samba o un son,
al fin que el tiempo
al ser aliado es mejor.
-Los difuntos no son aliados,
esa utopía anárquica
por una verdad jerárquica
en tus pupilas expiró.
-Tiempo muerto,
tiempo olvidado,
tiempo quedado
en el fondo del corazón.
tiempo lejano,
que ya no existe,
donde enterré dolor,
tristeza y soledad,
ahí con ese tiempo
enterré mi fragilidad.
-Junto a tu fragilidad,
dolor, tristeza y soledad,
quiero dejar un beso
grabado con sudor y sal.
-Pues que ese beso sea
el motivo de un renacer,
de mirar la bella vida
y olvidar un mal querer.
que ese beso sea
una luz sin terminar,
donde podemos alumbrarnos
y olvidar la soledad.
-Mal querer...eso no existe,
ven a mi alzada y verás
la soledad compartida
sabe a los labios mejor
y mientras vamos andando
por esta senda en flor,
vaya soltando el rebozo
no mira que hace calor.
-Pues si que hace calor,
el rebozo me estorba,
se me antoja mejor
un beso en aquella loma.
-En la loma...
en la vaguada
yo ese beso se lo dejo
donde se le antoje mi alma.
-En el alma se me antoja,
yo creo que es lo mejor,
que para sentirse querida
debe salir del corazón,
si tú me besas el alma
te recordaré con amor,
a ver ahora contesta...
¿te nace del corazón?
-Pues al alma lo llevamos,
para que quede contento,
pues ese será convento,
refugio y santuario.
Y así,ahí en la loma,
un beso quedó atrapado...
él la sedujo toda...
ella el rebozo dejó tirado.
Enrique del Nilo y Yolanda Barry.